lunes, 27 de septiembre de 2010

Maradona de niño

Video de Maradona de niño.





















En este video vemos como Maradona siempre llevo el talento del fútbol, ademas fijense el lugar donde vivía, Villa Fiorito.
Diego Armando Maradona es un jugador extraordinario, un jugador que paso de la pobreza a la fama con solo jugar al fútbol.

Una vez que toda la familia convenció a don Diego para que lo dejara ir a la prueba al Pelusa, hubo que esperar. Faltaba todavía. Fueron un par de días, nomás, pero a Diego le pareció un siglo. Al fin llegó. Entonces, una banda de pibes de Villa Fiorito se tomó el colectivo 28 (el verde, como le decían) hasta Pompeya. De allí, el 44 hasta llegar al complejo de entrenamiento de Argentinos Juniors, que se llamaba Las Malvinas. Entre todos ellos, había tres pibes, el Diego, el Goyo y Montañita, que no se separaban ni un minuto. Eso sí, cuando llegaron, la decepción fue de todos: llovía tanto, pero tanto, que las canchas no se podían ni pisar... ¡Se suspendía la prueba! ¿Se suspendía la prueba?

Vale detenerse un instante. No había sido fácil para Diego llegar hasta allí: el permiso de don Diego no valía para siempre, la plata para los boletos de colectivo costaba conseguirla, los entrenadores no tenían tanto tiempo como para andar yendo y viniendo con un grupo de pibes de Fiorito. ¿Habrá pensado Diego todo eso?

La voz de don Francis Cornejo, el entrenador, el descubridor de talentos, el conductor de aquel grupo que empezaba a nacer, lo sacó de su tristeza: "¡Vamos! Todos a la camioneta de don Yayo... ¡Nos vamos a otra canchita!". La camioneta era un Rastrojero algo destartalado y don Yayo era José Emilio Trotta, ayudante de Cornejo. La otra canchita resultó ser el Parque Saavedra.Allí se armaron dos equipos. Diego y Goyo entraron, juntos, en la segunda tanda. Si habían sido siempre rivales, no se notó. Lo que más se notó en la comunicación futbolìstica entre ellos fue la amistad. Hicieron todo tipo de lujos y un montón de goles. Tantos, que Diego ni se acuerda cuántos fueron. Y aunque parezca mentira, ante semejante demostración, al primera reacción de don Francis no fue la mejor. El hombre pensaba que lo estaban cargando, que ese pibe flaco y bajito, con un montón de rulos en la cabeza, jamás podía tener nueve años. Estaba convencido de que era... ¡un enano! Cornejo se acercó a Diego y le preguntó si estaba seguro que era del sesenta. Y Diego, achicándose todavía más, algo asustado, le contestó que sí, por supuesto. Entonces el hombre le pidió los documentos y él se quiso morir... ¡No los tenía!

Algo, la intuición tal vez, le hizo ver a Don Francis que no valía la pena hacerse problema. Que lo único importante era que aquel chico siguiera jugando. Nunca imaginó que, poco tiempo después, tendría que ser él mismo el que mintiera sobre la edad de su fenómeno. Y no precisamente en el mismo sentido.
 






La canción es muy bonita, eso demuestra de Diego Armando Maradona no solo es un jugador, sino que en Argentina es un ídolo es mas algunos fanaticos creen que es dios. Algo que nunca a logrado ningún jugador de fútbol ni siquiera Pelé


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