lunes, 27 de septiembre de 2010

Entrevista al Diego

 Entrevista a Diego Maradona




¿Diego, lleva ya 9 meses al frente de la selección argentina. ¿Podemos comparar esta experiencia con un parto?

La verdad que sí, porque en este tiempo sólo logré tener a los muchachos un mes y medio. Es muy poco lo que se tiene para trabajar y estar con ellos. Mi llegada fue buena, pero ahora hay que meter conceptos en esas 25 cabecitas: qué tienen que hacer adentro y afuera de la cancha. Yo ya la pasé, y por eso vuelco mi experiencia a disposición del plantel.

¿Lo disfruta?
Es duro. Me divertía mucho más como jugador, pero no le escapo a la responsabilidad. Ustedes saben que me han pasado cosas muy feas en mi vida, me reinventé y hoy estoy al frente de la selección argentina. ¡Es un sueño!

¿Y qué ha visto últimamente? ¿Lo ha sorprendido algún equipo?
No me sorprendió nadie. Los equipos están como están: el Milan anda muy bajo, el Inter sigue manteniendo su nivel. El Madrid creo que va a cambiar mucho con Kaká, le va a dar desequilibrio. Lo que no entiendo es por qué no juega Gago. Deberían ponerlo, aunque sigue estando en mi preferencia.
También vi a la Juve de Ciro Ferrara, mi amigo, que está andando bien: es puro estilo italiano, un catenaccio férreo atrás, para luego dársela a Del Piero y que él distribuya. De los nuestros veo bien a (Diego) Milito, me demostró que está en gran nivel. Y el Kun (Sergio Agüero) también.

¿Hay algún jugador que lo haya sorprendido últimamente?
Felipe Melo es uno de los grandes descubrimientos de Brasil. Hulk, del Porto, es otra aparición importante. Y me llama la atención el caso de Ronaldinho que, si bien se puso fino, no tiene la explosión que tenía antes. Me gustaría verlo con ese amague que tiene, cómo se sacaba tipos de encima... Ojalá lo recupere, aunque después de enfrentar a Argentina, ¡claro!

Hablemos del Maradona persona. ¿Qué es lo peor que le ha pasado por ser usted?
Lo peor ya pasó... ya pasó... (piensa) Ya estuve en el fondo del mar, y me sacaron mis hijas. Ahora me puedo levantar todos los días, eso ya es un logro después de pasar épocas en las que estaba tres días seguidos despierto o durmiendo. Ver a mi nieto ya es tocar el cielo con las manos. Lo demás es secundario, pasa de largo... es como un penal, un tiro libre... lo demás pasa, pasa...

¿Y lo mejor?
Lo mejor es la reacción, el reinventarme como persona a través de las adversidades. No es que le quiera ganar a la adversidad, pero si la hay, lucho con todas mis fuerzas para que eso no ocurra. Hoy estoy entero como para pelearle a la vida.

¿Recuerda la primera vez que vio al trofeo de la Copa Mundial?
¡Claro! Seguro, la veía por fotos. Cuando le ganamos a Alemania la pude tocar, la pude besar (hace una pausa). Después de tantos días de concentración, de estar pendientes de esa Copa, la tenía en mis manos. Es un orgullo, lo más lindo que hay. Yo les digo a los jugadores que 30 días de sacrificio para darle un beso a esa Copa no es nada en la vida de un hombre. Es tocar el cielo con las manos.

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